Hoy sentí que las cosas podían cambiar, que hasta la grasa más repugnante puede hacerse pequeñita hasta desaparecer, que, definitivamente, Ana y Mía aportan muchas más ventajas que contras. ¿El desencadenante de este repentino optimismo? por primera vez en muchos años, mi madre. ¿Sabéis qué dijo? "Cariño, has adelgazado un poquito... ya iba siendo hora de que empezaras a cuidarte un poco". Sí, sé de sobra que hasta cuando me halaga me clava un puñal disimulado... pero bueno, no se le puede pedir peras al olmo, ¿no? Digo yo, que al menos he logrado sacarle la palabra mágica... sí, adelgazado. No hay palabra que me guste más en este mundo... aunque bueno, para ser sincera, pequeñita, princesa, delicada, efímera, ligera, pluma y todo lo que indique un alto grado de adorabilidad y perfección me gustan. Desde que empecé mi plan ''milagroso'' de los diez días no me he pesado... estaba dudando sobre si llevar un control diario o directamente esperar al 31 para saber si debía comenzar el año llorando o con una gran sonrisa. Al final, decidí que lo mejor es esperar a terminar la dieta para no desanimarme si veo que no estoy llegando a mis expectativas; podría decirse que quiero vivir de la esperanza y de los comentarios semi-amables que mi madre me vaya dedicando las ocho jornadas que me quedan. POR FAVOR, QUE LA BÁSCULA MARQUE 47 CUANDO LLEGUE AL FINAL DEL PLAN, LO SUPLICO. ¿Es tanto pedir? ;___;

Mi reacción al escuchar el comentario de mi madre (este gif es perfecto, porque acostumbro a andar por casa envuelta en una manta y, como Terriermon, soy rechoncha y "adorable" según mis compañeros); imaginad al bichito diciendo: ¿Lo dices en serio?--------> 

Por cierto, creo que le estoy cogiendo mono a Mía... ¿cómo explicarlo? Hoy, a la hora de comer, me eché sin querer unos gramos más de cereales integrales y me dije que no pasaba nada por excederme veinte calorías de las 200 que me tocaban... y al principio todo fue bien, comí tranquila y hasta risueña. Sin embargo, al terminar, me fui corriendo sin pensar al baño y vomité. Así, sin más, sin sopesarlo siquiera. Después me tomé un té y, adivinad, lo volví a echar. UN TÉ, QUE NO TIENE CALORÍAS. Es como que ya me sube solo... no sé si estar orgullosa de haber desarrollado un movimiento de esófago magistral o avergonzarme de saber vomitar sin meterme los dedos. Una gran ventaja sí que tiene: cuando salga a cenar con mis amigos tardaré poquísimo en usar a Mía y no levantaré sospechas por pasarme años en el baño. El día fue bastante tranquilo, no pasé demasiada ansiedad y, cuando me dio, estuve cambiando la apariencia del blog y me entretuve bastante... ¿os gusta? Creo que mañana haré una entrada especial con mi historia o alguna dieta... ¿qué preferís? ¡acepto más sugerencias! :3 No muerdo, demasiado.

Librarme de la comida fue facilísimo, puesto que mi madre no llegaba a casa hasta las cinco de la tarde y nos dejó una bomba caloríca para que nos la calentásemos... ¿Sabéis lo que era? ESPAGUETIS CON MANTEQUILLA Y ALBÓNDIGAS BAÑADAS EN SALSA DE TOMATE. Mi comida favorita ;____; bueno, miento, mi comida favorita son las lentejas XDDDD (rarita detectada, síp). Cuando los vi en la cazuela tuve que luchar contra mis instintos porcinos, pero, finalmente, conseguí darle la carne a mi perrito y tirar el resto por el retrete. Bendita ignorancia de mi hermano, que un día vomité casi delante de él y ni se enteró jijiji. ¡Ah! hoy mi madre nos reunió a los dos para empezar a planear el menú de la cena de Navidad y sospecho que se pusieron completamente de acuerdo para ignorarme... qué triste ;_____: Ellos hablando sobre hacer un brazo de gitano, lasaña gratinada de carne, poner mil turrones, mazapanes (mi perdición D:), caramelos, tartas, bizcochos, roscones, chocolates... en fin, un desastre. Y mientras yo, sentada en una esquinita del sofá, proponiendo a mi vez hacer una lubina al horno (super baja en calorías ♥) con ensaladita variada... ¡y no me hacían ni caso! hasta dije de preparar un pavo (también tiene pocas calorías *^*)... pero nada, pasaban de mí como de la caca. Juro que llegó un momento en que estaba tal que así (hasta diciendo lo mismo): 

Tengo unas ganas de que sea el año que viene para poder irme a la Universidad en Madrid y hacer lo que quiera... ojalá que pase el maldito año pronto ;_________; Huy, esta entrada ya me está quedando demasiado larguita... así que terminaré poniendo el intake del día ♥: